¿Por qué debo vacunar a mi hijo?

Dra. Laura Minguell, pediatra, explica la importancia de las vacunas para evitar las infecciones.

¿Cuándo se puede vacunar a un bebé?

Se vacunan a partir de los 2 meses de vida, a excepción, en determinados casos, de recién nacidos hijos de madre portadora del virus hepatitis B, que se administra una primera dosis de vacuna frente a la hepatitis B durante el primer día de vida o la vacuna frente a la tuberculosis, que se administra en algunas regiones, también los primeros días de vida. Existen algunas vacunas que no se pueden administrar hasta los 12 meses de edad, como es la Triple vírica o el virus de la varicela, a excepción de algún caso, en el que se puede administrar antes.

Imaginemos el caso que el niño tiene fiebre. ¿Podemos vacunar o hay que esperar a que ésta desaparezca?

Por un principio de precaución, las vacunas no deben administrarse en el curso de infecciones agudas, moderadas o graves. Igualmente en los casos de enfermedad aguda, como fiebre muy elevada, crisis asmática, cardiopatía o nefropatía descompensadas, estarán contraindicadas mientras dure la situación aguda.

Otra situación. El niño ha sufrido una reacción importante a anteriores administraciones como hinchazón, bajadas de tensión o convulsiones. ¿Qué se debe hacer en este caso, se sigue el calendario vacunal o el pediatra dará otras opciones?

En el caso que haya presentado una reacción alérgica grave (anafilaxia) u otra manifestación clínica grave, no se debe volver a administrar dicha vacuna. En el caso de presentar hinchazón, que pueden presentarse con cualquier vacuna, pero es más frecuente con las vacunas que contienen DTPa, no está contraindicada la administración posterior de la misma vacuna.

Las molestias leves-moderadas suelen responder bien a la aplicación de frío local, en forma de compresas con hielo o gel congelado dentro, aplicándolo durante 5-10 minutos y analgesia si presenta dolor. De todos modos, los efectos adversos de las vacunas se deben individualizar según cada paciente.

¿Hay vacunas que pueden disminuir las defensas de los niños? ¿O es un mito?

Las vacunas no disminuyen las defensas de los niños. Al contrario, las vacunas, lo que provocan es que el sistema inmunitario sintetice anticuerpos frente a estos microorganismos y de esta forma se pueda evitar la infección.

¿Y si está tomando antibióticos, por ejemplo, le podemos vacunar?

La toma de antibiótico no contraindica la vacunación. No obstante, siempre se recomienda retrasar la vacuna si existe una enfermedad aguda.

¿Si en la primera dosis de una vacuna haya tenido mucha fiebre, significa que en la segunda dosis reaccionará igual?

Existen las mismas probabilidades que tenga fiebre o no que otro niño que no haya reaccionado frente a la primera dosis vacuna. La fiebre se presenta en menos del 10% de los niños que se vacunan, en un porcentaje superior con la vacuna dtpa. Normalmente, aparece en las siguientes 48 horas a la administración, a diferencia de la vacuna triple vírica y la vacuna de la varicela, en las que, la fiebre aparece al cabo de más días.

¿Y si es prematuro se vacuna igualmente?

Por supuesto, el recién nacido prematuro es especialmente vulnerable a las infecciones que se tratan de prevenir con las vacunas, debido a su inmadurez inmunológica, presentando menor concentración de inmunoglobulinas al nacer y responden peor a las infecciones. Deben comenzar su programa de vacunación a los dos meses de edad cronológica (es decir, postnatal), independientemente de su edad gestacional y de su peso.

Hay padres que dudan en vacunar a sus hijos. ¿Qué mensaje les daría?

Es obvio que la vacuna no es solo deseable, sino esencial como parte de la salud del niño. Las enfermedades que evitamos con las vacunas todavía existen y debemos ser conscientes de ello.

Las vacunas son uno de los mayores logros en la historia de la salud pública ya que han conseguido reducir y eliminar las enfermedades que pueden prevenirse. Además, las vacunas son un producto farmacéutico de alta seguridad exigida, ya que antes de que una vacuna sea aprobada y administrada a los niños, se le hacen muchas pruebas. Decidir proteger a su hijo con vacunas es una decisión que también protegerá a su familia, sus amigos y vecinos.

Hay vacunas que son opcionales. ¿Las recomienda?

Por supuesto. En la actualidad existen 3 vacunas 'opcionales', es decir, que no están dentro del calendario vacunal sistemático.

La vacuna frente al Rotavirus, que se trata de una vacuna de administración oral, se administra a los 2, 4 y 6 meses o 2, 3 y 4 meses. El rotavirus es un virus que causa diarrea, vómitos y fiebre principalmente en bebés y niños pequeños. La diarrea puede ser severa y provocar deshidratación. La vacuna contra el rotavirus es muy eficaz para evitar la diarrea y los vómitos que provoca este virus.

Otra vacuna es la Prevenar13v, vacuna frente al neumococo, que disminuye el riesgo de enfermedades potencialmente graves como son la meningitis, neumonías, bacteriemias (infección en la sangre), otitis, sinusitis, etc. Se han realizado estudios en los que concluyen la gran efectividad de esta vacuna.

Y por último, existe la vacuna frente al virus de la varicela, en las comunidades autónomas españolas y los países que utilizaban o están utilizando la vacuna de la varicela en niños pequeños, han comprobado una gran disminución de casos, de complicaciones y de ingresos en el hospital, así como del número de fallecimientos por dicha enfermedad. En conclusión, estas tres vacunas son altamente recomendables. Lo ideal sería que estuviesen en el calendario sistemático y se les pudiera ofrecer a todos los niños.